Namibia en 15 días: en este blog queremos compartir con vosotros nuestro viaje a Namibia para daros breves consejos y opiniones de lo que ha sido nuestra experiencia en este maravilloso país. En él encontrareis hoteles en Namibia y algunos restaurantes de Namibia.


lunes, 30 de noviembre de 2009

5) Swakodmund

El pueblo de Swakopmund es el más desarrollado y rico pueblo/ciudad que hemos visitado, muy turístico, artificial, un centro urbano blanco, alemán...De hecho puedes encontrar restaurantes con cocina alemana y deleitarte con un cerdo asado. Cenamos muy bien, una noche en el The Tug, y la siguiente en Brauhaus. Hay que reservar y cenar muy pronto. El sol cae en menos de cinco minutos, por lo que si queréis ver la puesta de sol, estad muy atentos.



Lo mejor de Swakopmund es el desierto del Namib, de dunas aterciopeladas color marfil. Apenas vimos estas dunas, aparcamos a un lado nuestro coche y las escalamos corriendo. Era tanta la paz que despedían, la tarde que se iba apagando y la brisa que paseaba como un gato, que decidimos descalzarlos y clavar nuestros pies en la arena. Después las bajamos corriendo. Al día siguiente supimos que las serpientes duermen debajo de la arena en invierno.



Otra manera de disfrutar del desierto es navegando sus dunas en un Quod (Desert eXplorers, 2 horas 500N$ por persona). Tomamos la ruta de 1 hora y media, y tuvimos un guía sólo para nosotros, pues los más pedían carreras de dos horas y los grupos eran enormes. Los quod son peligrosos y deben conducirse con cabeza, pero al final siempre hay que tener en mente que el loop lo dibujas tu. Es una actividad de vértigo pero absolutamente inolvidable y mágica en un desierto. Une paz y adrenalina al mismo tiempo. Además, desde la cima de sus dunas, el Namib mira al mar, una mar de arena que se refleja en un mar de estaño.



Estas dunas se mueven, por lo que la expedición más peligrosa es la primera de la mañana, donde el guía debe redescubrir las dunas. Respecto a las dunas de Sossusvlei, están son más duras, tal vez por la humedad del mar.

Los restaurantes son buenos. El primer día estuvimos en The Tug donde no reservamos y casi nos quedamos sin cenar. Esta a la orilla del mar, por lo que es muy recomendable reservar temprano (antes de las 18.00) para disfrutar de su situación privilegiada. Muy buen pescado. Primero, segundo, vino y postre compartido 410N$ con propina incluida. El segundo, y siguiendo la tradición alemana de la ciudad, fuimos a Brauhaus (reservar!). Pescado más codillo, cervezas, café y grapa 300N$ con propina incluida. Para reservar podéis pedirlo que lo hagan por vosotros desde el hotel.

Weltwitschia Mirabilis

Antes de abandonar Swakopmund hacemos el recorrido del valle de la luna, paisaje que pertenece al desierto Namib pero que es radicalmente distinto. Es cierto que parece lunar y da la sensación de muerto. Sin embargo, si se observa con detenimiento, hay una gran variedad de líquenes. Además también encontramos weltwitschia mirabilis, que es como una palmera que se expande, en vez de crecer a lo alto, y parece quemada. Son fósiles vivientes, de hecho, la welwitschia que marca el recorrido como destino se estima que tiene 1500 años. Es muy fea pero es interesante porque no se parece a nada que hayáis podido ver en el reino vegetal.



Walvis Bay

No merece mucho la pena esta visita. Hemos visto flamingos blancos y una playa infestada de medusas muertas, gelatina rosa del tamaño de un tapacubos.

Hotel Garni Adler. Modesto, alemán, dependientes amables, la piscina climatizada vieja y no disponible en nuestro verano (su invierno).



http://www.natron.net/adler

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