Namibia en 15 días: en este blog queremos compartir con vosotros nuestro viaje a Namibia para daros breves consejos y opiniones de lo que ha sido nuestra experiencia en este maravilloso país. En él encontrareis hoteles en Namibia y algunos restaurantes de Namibia.


lunes, 14 de diciembre de 2009

Ruta de Viaje



Nuestro viaje es un self-drive con el siguiente recorrido (ver croquis):

8 agosto 2009: Llegada a Windhoek. El aeropuerto está a 50 km de la capital de Namibia.
9 agosto 2009: Windhoek – Keetmanshoop, por la B1: 500 km, etapa larga pero gran parte en carreteras asfaltadas.
10 agosto 2009: Keetmanshoop – Fish River Canyon: 160km por carreteras de tierra, por la B4, después C12 en Holoog y después C37.
11 agosto 2009: Fish River Canyon – Namib Desert/Sossusvlei: 500km por carretera de tierra, la etapa más larga y dura. B4-C14-C27
12 agosto 2009: Visita guiada a Sossusvlei National Park.
13 agosto 2009: Namib Desert/Swakopmund: 380km por carretera de tierra, C19-C14.
14-15 agosto 2009: Swakopmund-Walvis Bay -- Damaraland/Twyfelfontein: 430km por carretera de tierra: C34-C35-D2612-D3254.
16 agosto 2009: Damaraland –Kaokoland/Opuwo: 350km por carretera de tierra: D2612-C39-C43.
18 agosto 2009: Opuwo -- Kamanjab: 165km por carretera de tierra: C41-C35.
19 agosto 2009: Kamanjab – Etosha Nacional Park: 220km por carretera de tierra: C35-C40-C38.
21 agosto 2009: Etosha Nacional Park – Dusternbrook Guest Farm: 400km parte por carretera de tierra: C38-B1.
22 agosto 2009: Dusternbrook Guest Farm – Windhoek: 90km por carretera de asfalto: B1-B6.

Aquí tenéis un mapa detallado de las carreteras de Namibia. Iremos en el sentido de las agujas del reloj, empezando por el mapa 2. ¡Buen viaje!

http://www.orusovo.com/nammap/

Brevemente antes del viaje. No hay vacunas obligatorias pero es aconsejable llevar puestas hepatitis A y B, y cólera y tifus nunca están de más. Es bueno llevar malarone y tomarlas una semana antes de ir hacia el norte del país.

El agua es potable en toda Namibia, pero en algún hotel nos han comentado que era mejor no beberla. Cuando éste sea el caso, encontrareis las botellas de agua en las habitaciones del hotel.

Aunque creemos que es un país seguro, en Windhoek es mejor no pasear, y nunca perder de vista la tarjeta de crédito. No os avergoncéis de pedir seguirles hasta el Terminal. En algunos hoteles ellos mismos te recomiendan que seas tú quien pase la tarjeta por la máquina. Por esta razón, no sé cuánto seguro sea reservar los hoteles por Internet en Namibia. Otra opción es ir de camping con un todoterreno con la tienda de campaña sobre su techo. Gran parte de los lodges que mencionamos también tienen área parking.

En nuestro verano, estas una hora atrasada respecto a nuestro horario CET.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

1) Windhoek a Kokerboom Forest

Windhoek, Pensión MONI: valoración: Modesto. En las fotos parece más espacioso y nuevo, pero os podéis hacer una idea. Windhoek puede ser una ciudad peligrosa, lo que se deduce de la valla de alambre espinoso que rodea la pensión. El Restaurante O Portuga nos entonó con su buena comida y ambiente tranquilo. Dos pescados, dos vasos de vino y agua 214N$ con propina incluida.

http://www.monihotel.com/

El Paisaje desde Windhoek a Kokerboom Forest es amarillo, sin lugar a dudas. Y es invierno por lo que es lícito preguntarse: ¿la hierba en Namibia crecerá de otro color o crece directamente amarilla?, ¿crece con un futuro, con una esperanza? Probablemente no. Así, la hierba lucha y crece como a crestas, punzantes como hojas de una piña. Crestas en un desierto pelón.



Nos acompaña una vía de tren, solitaria, sin estaciones.

Los árboles también son solitarios, orgullosos como perros viejos. Los arbustos también son esquivos y se destacan del resto del paisaje con un color terracota.

Las montañas son de cabeza chata, como cortadas con regla, todas igualmente altas.

De repente pasa un coche que nos llena de polvo. Era un 2WD, es decir, un coche normal que iba bastante rápido sobre la pista. Bastante rápido quiere decir por encima de los 60km/h de nuestro 2WD.

Vemos el primer nido de los pájaros tejedores. Las ramas del árbol están unidades por una cúpula de paja. En su interior se forman cuevas, como estalactitas. Parecen las ubres de una perra de paja. Nos acercamos a él. No es un nido, es una comunidad de vecinos y apenas nos oyen, huyen. ¿Qué hará que los pájaros se unan en comunidad? , ¿será por que hay menos árboles que pájaros y han necesitado desarrollar la idea de vivir en comuna?



Alcanzamos los 80km/h,¡hazaña! Es una pista bastante buena, basta no frenar.

El Kokerboom o árbol aloe es un árbol muy peculiar. Como su propio nombre indica es un árbol pero sus manos son aloe veras, por lo que parece un monstruo con tantos brazos y manos. El bosque de Kokerbooms provoca un paisaje único que al atardecer hace unos juegos de luces maravillosos, convirtiendo el sol en estrellas. Además vimos un suricato y empezamos a ser cercados por las temibles dassies. Los responsables del parque además ofrecen gratuitamente la visita a sus guepardos, podréis incluso acariciarlos.¡Aprovechadla!



Cerca del kokerboom forest está el giants playground. Este “parque de juegos” es curioso, y se ve rápidamente. Aconsejamos ir antes del bosque pues nosotros lo hicimos al revés y creíamos que íbamos a ser encerramos en el giants playground, gigantes de piedra y dassies que te espían. Verdaderamente nos entró mucha angustia.



Hotel Bird Mansion: bien pero algo desangelado. En la foto está irreconocible, pero sólo estuvimos de noche, a lo mejor era así…

http://www.birdsaccommodation.com/index.html

2) De Keetmanchup a Fish River Canyon

El Fish River Canyon es grande, un gran agujero donde el viento habla. Casi no hay turistas, por lo que parece un regalo sólo para nosotros. Habría sido hermoso haber hecho el descenso hasta el río pero nos hemos tenido que contentar viéndolo desde arriba. Al parecer hay un lodge que organiza esta excursión y que merece mucho la pena.



En nuestro costear las hoces del cañón hemos encontrado un kokerboom solitario y visto un arbusto lleno de pájaros azul azabache que jugaban a ser sus flores. Silencio. El cañón traspira paz, inmensidad. No da miedo. Observando las hoces del cañón nos ha parecido ver cuatro gigantes. El cañón no da sensación de muerte pero tampoco de vida.

Volvemos al coche y nos dirigimos hacia las fuentes sulfuras. La pista empieza a ser impracticable, vamos a 20km/h. Hemos cambiado el paisaje amarillo por uno verde grisáceo, bañado por un rocío de luz, amarilla.

Nunca llegamos a las fuentes, por lo que no podemos dar una opinión de ellas, pero creemos que no merecían la pena.

Cañon Village: Bonito y respetuoso con el paisaje. Espectacular observar las estrellas paseando en los alrededores de las cabañas de este lodge.




http://www.namibiareservations.com/canonvillagee.html

martes, 1 de diciembre de 2009

3) En la C27 hacia Sossusvlei

Hemos cogido la C27 para ir hacia Sossusvlei porque hemos leído que el paisaje merece la pena y enseguida nos sorprende con enormes piedras amontonadas aquí y allá. ¿Cómo habrán llegado hasta aquí?, ¿por qué habrán adoptado ese riguroso orden? No son montañas, son montones de piedras gigantes, como si un dios niño estuviese jugando. Se sabe que a los niños les gusta hacer montones de tierra, de arena del mar...El paisaje sigue siendo de un profundo amarillo.





En la carretera nos llama la atención que todo este cercado, hay puertas que separan, no sabemos bien, si las distintas regiones, o distintas fincas, a quién o qué prohíben entrar o salir.

Cambian los colores, a un lado tenemos montañas rojas con una base nervuda, como si tuvieran manos. Frente a nosotros se adivinan colinas que parecen arenosas, que nos anuncian la llegada a Sossusvlei. Éstas están bañadas de una lluvia amarilla que les hace lucir azules (paradójico, ¿no?). Probablemente las sombras del atardecer ya merodean en sus laderas.



Será porque se acerca la hora de merendar, pero el paisaje parece una tarta, espolvoreada con azúcar glasé, un mar de crema pastelera y niebla de vainilla…También parece nieve amarilla, y como la nieve, te llama a correr colina arriba y plantar tu huella sobre su manto virgen. Esto es lo que tenemos ante nosotros, esto, y ¡otras tres horas de coche! De hecho el coche chilla ya, los engranajes tiritan. La pista parece tirarnos piedras y el polvo nos quiere comer. El coche colea a veces, otras se agita como una batidora haciéndote bailar el cerebro. ¡Y vamos pisando huevos! Una media de 40 km/h, ¡qué digo! Menos.



Al poco tiempo nos damos cuenta de que nuestra excursión se ha convertido en una carrera contra el sol. Nos queda menos de una hora y media de sol (anochece de repente a las 18.15 hora local en agosto) para recorrer 130 km a la velocidad infernal que llevamos. Es peligroso que caiga la noche no sólo por lo animales, que salen a cazar y no los ves, sino por las nieblas que se alzan de noche y el polvo. Pasamos a un todoterreno que ha pinchado, y que mete el miedo en el cuerpo a nuestro Toyota Corolla. ¡No tenemos linterna!

Sossusvlei lodge: fantástico, te hace sentir el lujo sin olvidar que estas en Namibia. Las fotos de la página web no le hacen justicia. Esta pegado a la entrada del parque nacional.

http://www.sossusvleilodge.com/

4) Sossusvlei

Para nuestra visita de Sossusvlei cogemos un tour guiado en nuestro lodge. Somos un grupo de 5 personas y nos cuesta algo menos de 600$N por persona incluyendo el Sesriem canyon (éste último no merece la pena). A posteriori pensamos que ser guiados en este parque, que junto con Etosha es lo que te trae a Namibia creemos es una idea más que acertada. ¿Por qué? Porque si no habríamos corrido como locos con el coche (atención que el limite de velocidad es 70km/h y al parecer son muy estrictos con las multas en este parque) sin parar hasta la Duna 45 (la duna más fotografiada del mundo), sin pararnos en el árbol más fotografiado del mundo y sin disfrutar otras dunas anteriores que son igualmente hermosas que la 45.

El parque abre a las 6.15 y hay cola, y tienes que comprar los pases si no vas con un grupo, por lo que es imposible ver la salida del sol dentro del parque. Atención, hace mucho frío por la mañana, pensad en nuestro invierno. Durante el día la temperatura es primaveral, pero no por la mañana temprano. Estad antes de las 6.15 en la cola, pues las dunas pierden gran parte de su personalidad a partir de las 12.00. Bueno, eso si vuestro lodge está fuera del parque nacional, si está dentro me parece que a partir de las 6.00 podéis ir hacia las dunas, por lo que no veréis la salida del sol pero si disfrutareis antes de este fabuloso paisaje. ¡Da ganas de comérselo!



Acompañando al paisaje veréis avestruces, algún que otro secretary bird…

La 45, que además coincide con el km 45, no es ni la más alta ni la más bonita, es la más cómoda. También es la que está más llena de gente, por lo que las fotos no queréis hacerlas aquí (o no hacer un intensivo en ella). La más alta es Big Papa, que está más allá de la 45, en la parte del parque que sólo se puede alcanzar en 4WD (y siendo un conductor experimentado en estos vehículos y sobre dunas).



Sossusvlei es estupefaciente. El juego de luces y sombras que surca este mar de dunas al alba es espectacular. Las dunas cobran una dimensión singular, de bombón artesano gigante. Y digo dimensión porque parece que te embriagan, que te sumerges en ellas. ¡Que divertido es dejarse caer por ellas! Todavía me vienen ganas cada vez que veo las fotos, de correr por ellas hasta abajo. Después tienen la magia de la cenicienta, después de las 12.00 pueden convertirse en un montón de polvo. Como siempre, la perspectiva cambia la realidad.



Las dunas de Sossusvlei no se mueven. Si volvemos dentro de 50 años son exactamente iguales, excepto por mínimos movimientos provocados por el viento nocturno.

¡Y las atracciones de Sossusvlei no terminan aquí! Por la noche escucharéis a las hienas gritar con sus lúgubres cantos. Su espeluznante voz a mi no me dejó pegar ojo. Para los carnívoros, en el Sossusvlei lodge podréis empezar a deleitaros con las carnes de los animales que todavía no habréis visto…Lo siento, salvo el avestruz que es diferente, el resto son similares a la ternera, pero peor.

lunes, 30 de noviembre de 2009

5) Swakodmund

El pueblo de Swakopmund es el más desarrollado y rico pueblo/ciudad que hemos visitado, muy turístico, artificial, un centro urbano blanco, alemán...De hecho puedes encontrar restaurantes con cocina alemana y deleitarte con un cerdo asado. Cenamos muy bien, una noche en el The Tug, y la siguiente en Brauhaus. Hay que reservar y cenar muy pronto. El sol cae en menos de cinco minutos, por lo que si queréis ver la puesta de sol, estad muy atentos.



Lo mejor de Swakopmund es el desierto del Namib, de dunas aterciopeladas color marfil. Apenas vimos estas dunas, aparcamos a un lado nuestro coche y las escalamos corriendo. Era tanta la paz que despedían, la tarde que se iba apagando y la brisa que paseaba como un gato, que decidimos descalzarlos y clavar nuestros pies en la arena. Después las bajamos corriendo. Al día siguiente supimos que las serpientes duermen debajo de la arena en invierno.



Otra manera de disfrutar del desierto es navegando sus dunas en un Quod (Desert eXplorers, 2 horas 500N$ por persona). Tomamos la ruta de 1 hora y media, y tuvimos un guía sólo para nosotros, pues los más pedían carreras de dos horas y los grupos eran enormes. Los quod son peligrosos y deben conducirse con cabeza, pero al final siempre hay que tener en mente que el loop lo dibujas tu. Es una actividad de vértigo pero absolutamente inolvidable y mágica en un desierto. Une paz y adrenalina al mismo tiempo. Además, desde la cima de sus dunas, el Namib mira al mar, una mar de arena que se refleja en un mar de estaño.



Estas dunas se mueven, por lo que la expedición más peligrosa es la primera de la mañana, donde el guía debe redescubrir las dunas. Respecto a las dunas de Sossusvlei, están son más duras, tal vez por la humedad del mar.

Los restaurantes son buenos. El primer día estuvimos en The Tug donde no reservamos y casi nos quedamos sin cenar. Esta a la orilla del mar, por lo que es muy recomendable reservar temprano (antes de las 18.00) para disfrutar de su situación privilegiada. Muy buen pescado. Primero, segundo, vino y postre compartido 410N$ con propina incluida. El segundo, y siguiendo la tradición alemana de la ciudad, fuimos a Brauhaus (reservar!). Pescado más codillo, cervezas, café y grapa 300N$ con propina incluida. Para reservar podéis pedirlo que lo hagan por vosotros desde el hotel.

Weltwitschia Mirabilis

Antes de abandonar Swakopmund hacemos el recorrido del valle de la luna, paisaje que pertenece al desierto Namib pero que es radicalmente distinto. Es cierto que parece lunar y da la sensación de muerto. Sin embargo, si se observa con detenimiento, hay una gran variedad de líquenes. Además también encontramos weltwitschia mirabilis, que es como una palmera que se expande, en vez de crecer a lo alto, y parece quemada. Son fósiles vivientes, de hecho, la welwitschia que marca el recorrido como destino se estima que tiene 1500 años. Es muy fea pero es interesante porque no se parece a nada que hayáis podido ver en el reino vegetal.



Walvis Bay

No merece mucho la pena esta visita. Hemos visto flamingos blancos y una playa infestada de medusas muertas, gelatina rosa del tamaño de un tapacubos.

Hotel Garni Adler. Modesto, alemán, dependientes amables, la piscina climatizada vieja y no disponible en nuestro verano (su invierno).



http://www.natron.net/adler

6) Cape Cross

Estamos yendo hacia Cape Cross para ver focas. A lo largo del camino se encuentran bidones con piedras/cristales salinas y una cajita para que deposites el precio indicado. Los namibianos se fían de la honestidad de los turistas.

¿Cómo son las focas? Desde lejos, aparte de la peste que te acoge, si no sabes que estas yendo a ver focas, crees que te estas acercando a un rebaño de ovejas, o a una quimera mezcla de oca y oveja …aunque el macho a veces rugía como un león. Están cubiertos de pelos. La hembra pesa 70kg mientras que el macho 200kg.



Además de las focas, hemos visto un chacal (bueno dos, uno vivo y otro muerto). Aunque el chacal suele ser carroñero, a veces rapta crías de foca. Los chacales que hemos visto son como un pequeño zorro, o pastor alemán pequeño, delicado, huidizo.

7) Damaraland y Tweifelfountein

Aquí hemos visto los gravados de Tweifelfountein. Son pinturas rupestres de hace 6000 años aproximadamente, donde se ven leones, rinocerontes, avestruces, y la firma de los hombres a través de sus manos.



El punto principal es un mapa sacro donde están identificados los puntos de agua. El segundo punto importante dibuja un león y un mago. Aunque nosotros no tuvimos suerte, en la ruta a través de la región de Damaraland, al parecer podéis encontrar rinocerontes y elefantes del desierto.



En esta etapa nos faltó visitar el Petrified forest y la Montaña Quemada (12 km de cordillera volcánica cerca de Tweifelfountein).

El hotel, Tweifelfountein lodge es hermoso y se come muy bien. Tiene el desayuno más completo que hemos encontrado. En este hotel vimos por primera vez la advertencia de que pasen la tarjeta de crédito siempre a nuestra vista.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

8) Los Himba (Opuwo) y Epupa falls

Opuwo es la ciudad más pobre que hemos visitado. No es peligrosa, así que salimos cámara en mano por ella. Y la ilusión llenaba todas las tiendas con los más disparatados cartelones anunciando sus servicios. Este paseo fue de las experiencias más genuinas que vivimos en Namibia. Eso sí, esta área bañada por el Kunene tiene riesgo de malaria. En nuestro verano (su invierno) el riesgo es bajo, de hecho nosotros no tomamos el malarone, pero si nos vestimos cubiertos de pies a cabeza y con una buena dosis de repelente, por si las moscas.

En Opuwo visitamos a los himba, indígenas que cubren su cuerpo (y su ropa) con arcilla roja, mezcla de barro y mantequilla de vaca. Desprenden un olor fuerte, perfumado de mantequilla e hierbas aromáticas, que algunos turistas sintetizaban erróneamente como olor a establo.



A través del peinado se distingue edad y condición marital de este pueblo. Para visitar los poblados es necesario acompañarse de guía y hacer acopio de alimentos para regalar a la tribu. Es más bien parte del circo, de recordar el pasado, pues en realidad los himba hacen uso del dinero y los veréis en el supermercado. De hecho no mostraran sorpresa al ver dulces o globos, aunque serán bienvenidos. Gastad lo que os recomiende la guía pero reservad dinero para los souvenirs que comprareis en el campamento. Al menos en el nuestro apenas llegabas las jóvenes te regalaban una pulsera y, al aceptarla, te convertías en su amigo. Este gesto implicaba que posteriormente en el mercadillo que improvisan tú compraras souvernirs de su puesto.



Nuestra guía, Queen Elisabeth, grande y certera como un barco, nos ha ayudado a conocer su cultura más de cerca de una manera muy natural. Respecto a los precios que te ofrecen los lodge para visitar Himba y Epupa falls, los guías locales son una ganga. En nuestro lodge, Opuwo Country Hotel, nos pedían 800N$ por persona para la visita combo, mientras que Queen Elisabeth nos ha hecho pagar menos de esa cifra para llevarnos a ambos a las dos visitas. Eso sí, Queen Elisabeth siempre que podía se ponía a hacer business embaucando a más turistas para que nos acompañaran, vendiendo sus souvenirs aquí y allá, es decir, los ritmos los marcaba ella, pero en una visita en grupo también habría habido tiempos muertos de organizar a varias personas, por lo que quedamos muy satisfechos. Eso sí, a nosotros nos cayó la noche en nuestra vuelta de Epupa Falls. Por ello, recomendamos iniciar las visitas a las 10 como muy tarde para antes de las 12.00 ir hacia Epupa Falls.

Las cataratas de Epupa son hermosas pero pequeñas, por lo que puede resultar una decepción. Es hermoso ver cómo se transforma el paisaje, de una aridez extrema a la frondosa rivera de las hoces de Epupa. El arco iris enmarca las cataratas, lo que, después del desierto, da la impresión de haber llegado a la meta, ser campeón de algo. Además tienen la belleza dramática de unas cataratas que serán sacrificas para producir electricidad en el plazo de un año o dos. Como curiosidad mencionar que justo desafiando el precipicio hay un árbol de corteza gruesa en la que varios nombres han sido gravados. Queen Elisabeth nos comentó que son los muertos que han caído al precipicio. Nosotros creemos que son nombres de enamorados…como sea, es una imagen hermosa. En las aguas del río y en sus orillas hay cocodrilos, por lo que ¡ojo con bajar hacia el río!



Opuwo Country Hotel: su lujo ofrece un fuerte contraste con la pobreza de la ciudad. De hecho esta vigilado por una caseta que controla los nombres de los huéspedes siempre que entran y que da la impresión, falsa, de que la ciudad sea peligrosa. El hotel es hermoso y tiene la única piscina que de verdad te invitaba a usarla. Esta situado en el alto de una colina y ofrece una hermosa vista, sobretodo sumergido en las aguas de la piscina. En este hotel incluso te pedían que fueras tú quien pasase la tarjeta de crédito por la máquina.

martes, 24 de noviembre de 2009

9) Hobatere Lodge lindando la reserva del parque nacional de Etosha

Probablemente el lodge que, por su trato amable, su consciencia y respeto al medio ambiente y condición económica de Namibia, su belleza sin pretensiones, decoración genuina, y su comida, el que nos ha gustado más.



Está situado en la parte oeste del parque nacional de Etosha, y de hecho, en el pasado las 32.000 hectáreas que rodean al Hobatere, pertenecían al Etosha. Este lodge de hecho, de manera más tranquila, te ofrece un buen aperitivo del juego (game) de los animales. El lodge ofrece excursiones para ver cebras, jirafas, orix (animal típico de la Namibia que galopa como la cebra, por lo que no debe ser un ciervo, aunque a primera vista lo emparentarías más con éste), kudu, springbok y steenbok, leones, elefantes, y si sois afortunados leopardos y guepardos. Nosotros los felinos los vimos muy de lejos. Cebras y jirafas muchas y muy cerca. Las cebras te miran fijamente como las vacas. Hemos visto una jirafa con una o dos semanas y ¡ya era enorme! Al parecer en dos meses alcanza ya su tamaño adulto.



En los jardines del lodge hemos visto muchos lagartos. Entre ellos uno que parecía un superhéroe, spiderman en particular, por los colores, cabeza naranja y cuerpo azul eléctrico.



En la excursión nocturna, en la que no tuvimos suerte y vimos poco, vimos un camaleón verde fluorescente que, como estaba adormilado, apenas pudo cambiar su color a un verde apagado. Impresionante como un ojo mira a Pinto y otro a Valdemoro. Vimos también un Bat-eared fox, zorro que se alimenta de insectos y para ello los escucha apoyando sus enormes orejas en el suelo.



El Hobatere ofrece habitaciones amplias en bungalows individuales o pareados, con una amplia terraza. Las habitaciones son fantásticas pero la electricidad la producen con energía solar por lo que tenía un horario limitado, si no recuerdo mal, la luz eléctrica empieza a las 17.00 y dura hasta las 22.00, por lo que es divertido pasear con la linterna que encontrareis en la habitación. ¡Divertida también la ducha de agua templada si has calculado mal las horas!

www.exclusive.com.na

10) Etosha Nacional Park

Si estáis planeando hacer un viaje a Namibia, lo primero que tenéis que hacer, y con al menos tres meses de distancia, es reservar un lodge dentro del Parque Nacional de Etosha. Nos han hablado muy bien, sobretodo por el gran número de animales que visita su pozo, del Okaukuejo lodge. Así seguro que conseguiréis ver a los 5 Grandes. Nosotros no llegamos a tiempo para reservar un lodge dentro del Etosha.



En nuestro camino bordeando el Etosha desde el oeste al sur hemos visto muchos Warhogs, del tamaño de un perro pequeño, no tan robustos como nuestros jabalíes, y esto ya nos pone de buen humor. Por fin llegamos a Etosha, segunda gran meta de nuestro viaje a Namibia. El Parque Nacional de Etosha tiene 22.270kmq y su nombre significa enorme sitio blanco por el enorme lago seco que alberga. En este parque viven 340 especies de pájaros, 144 de mamíferos, 50 de serpientes y 14 ambientes vegetales diversos. El precio de entrada para dos días con coche es de 340N$.



Entramos por la puerta Andersson´s y enseguida, como por arte de magia, empieza “el juego (game)”. Game es la palabra inglesa para los animales del safari pero me gusta porque al fin y al cabo cuando entras en Etosha te parece asistir a un teatro, la paz reina aunque sabes que la muerte campa todos los días.

Bueno, apenas entras por Andersson’s, está el pozo natural de Ombika donde es donde nosotros los dos días que hemos estado en Etosha hemos visto más animales, y ¡grandes! Un rinoceronte, varios elefantes y jirafas, leonas. Por lo general, hemos tenido más suerte en los pozos naturales que en los artificiales. Te hartaras de ver cebras, springboks y jirafas, pero veras muchos animales más, desde ardillas hasta iguanas, muchos tipos de pájaros, gallinas de guinea o también el secretary bird que corre como un loco, como un niño que simula volar con los brazos extendidos y haciendo eses, así corre este pájaro antes de emprender el vuelo... Vimos también Blue wildebeests, Red hartebeest, Damara diks, más warhogs, más chacales.



En Etosha Park está prohibido bajarse del coche, también te recomiendan no hacer aspavientos con los brazos fuera del coche. Es extraño pero la paz que desprende el parque te llamará a salir del coche, ¡no lo hagáis! Hay baños señalados en el mapa que comprareis de Etosha, así como en los tres resorts del parque, Okaukuejo, Halali y Namutoni. Hay también ciertos viewpoints donde bajarse del coche y hacer fotos. Entre estos el Etosha Pan.



Este enorme lago tiene 4.731kmq de un mar blanco brillante y tan plano que parece dibujado por ordenador (de hecho yo creo que es donde se encuentran Morfeo y Neo para explicar a éste último cómo es el mundo de verdad fuera de matrix). Parece la representación terrestre de la eternidad. Impresionante cuando costeas el pan dirigiéndote al este, hacia la salida Namutoni, al atardecer: árboles a contraluz y un sol que se refleja en un espejo perfecto, fantasmagórico.

Por desgracia cada atardecer tenemos que abandonar el parque, y siempre que sales querrías volver a entrar. Esta fue nuestra sensación cuando finalmente tuvimos que continuar nuestro viaje.

Nuestros tres últimos lodges han sido:

El Safari Camp, a 10km de la Andersson’s gate, al sur de Etosha, es un lodge muy peculiar intentando reproducir la vida en Namibia, sus bares, sus objetos, el restaurante tiene diversos ambientes, pequeñas habitaciones que te hacen cenar como dentro de un juego. Una especie de Hard Rock café Namibiano, muy gracioso. ¡Y la comida muy buena!

Desayuno abundante. Los camareros muy simpáticos. Por la noche encienden un fuego y cantan entorno a él. La habitación también es graciosa con los animales del parque puerilmente pintamos por el suelo y la ducha con forma de elefante.

http://www.priorguest.com/es/hotels/namibia/parque-nacional-etosha/33055/etosha-safari-camp

http://www.trivago.es/outjo-85917/hotel/etosha-safari-camp-991477/foto-i5656291

El Mokuti Lodge, a 2km de la puerta Namutomi, al este de Etosha, es un lodge de lujo, con dos enormes piscinas, claramente invitantes, pero tras el Etosha no hay tiempo para ello. La comida bien pero cara. Hemos pagado 500N$ (400N$ máximo las otras noches de nuestras vacaciones) para una cena que no era superior a las del resto de los lodges que hemos visitado. El servicio amable y atento.

http://www.kempinski-mokuti.com/en/home/index.htm

El Guestfarm Dustenbrook, a unos 90Km del aeropuerto internacional de Windhoek nos ha decepcionado. Es una granja que querría ofrecer un trato familiar, con excursiones a ver animales, tipo el Hobatere que hemos descrito, y que tienen guepardos y un leopardo en su granja. La excursión a ver a los felinos es excesivamente cara, breve e incluso ha aburrido a los niños que venían en nuestro jeep. La cena no es buffet y la calidad y cantidad mediocre. La habitación bien. El trato distante.

http://www.madbookings.com/namibia/windhoek_hotels/dustenbrook_namibia.htm